¿El enfoque sistémico puede servir en el ámbito educativo?

En el ámbito educativo surgen permanentemente problemáticas, algunas crónicas como aquellas relacionadas con la deserción escolar, la formación y actualización docente, la brecha digital y el fracaso escolar, entre otras. Cada gobierno u organismo pertinente propone su menú de “soluciones”, pero la problemática permanece; lo que nos hace reflexionar que los problemas mencionados mencionados son complejos. Entonces cabe preguntarnos:

¿Existirá otra perspectiva para proponer soluciones a estas problemáticas?

¿Se considera el impacto colateral que puede causar ciertas medidas?

¿Las recetas que se realizaron en otros países garantizan el éxito en otros lugares?

¿Se debe considerar el contexto al implementar ciertas políticas?

Es en este punto donde el enfoque sistémico se revela como una nueva mirada para comprender y abordar los desafíos educativos de manera integral. El enfoque sistémico es una perspectiva que considera a los fenómenos como sistemas complejos.

¿Qué es un sistema?

Un sistema es un conjunto de elementos interconectados que interactúan entre sí para lograr un objetivo común, tiene una función. Los sistemas pueden ser abiertos y cerrados, los sistemas abiertos están en constante interacción con su entorno, mientras que los sistemas cerrados son relativamente independientes de su entorno.

En la teoría general de sistemas, un sistema abierto y complejo presenta varias propiedades distintivas que lo diferencian de otros tipos de sistemas. Aquí hay algunas de las propiedades más relevantes que presenta un sistema abierto:

1) Interacción con el entorno: Un sistema abierto y complejo interactúa constantemente con su entorno, intercambiando energía, materia o información con él. Esta interacción es bidireccional y puede influir tanto en el sistema como en su entorno.

2) Adaptabilidad: Estos sistemas tienen la capacidad de adaptarse y cambiar en respuesta a las condiciones cambiantes del entorno. Pueden ajustar sus estructuras, procesos o comportamientos para mantener su funcionamiento o alcanzar sus objetivos en entornos dinámicos.

3) Auto-organización: Los sistemas abiertos y complejos tienden a auto-organizarse, es decir, a formar estructuras ordenadas o patrones de comportamiento emergentes sin la necesidad de una dirección externa. Esto puede ocurrir a través de la retroalimentación y la interacción entre los componentes del sistema.

4) Efectos emergentes: La emergencia se refiere a la aparición de propiedades o comportamientos en el sistema que no pueden explicarse únicamente por el análisis de sus componentes individuales. Estas propiedades emergentes suelen ser el resultado de la interacción entre los elementos del sistema.

5) Jerarquía y recursividad: Los sistemas abiertos y complejos suelen tener una estructura jerárquica en la que los subsistemas están interconectados entre sí. Esta estructura puede ser recursiva, lo que significa que los mismos patrones o estructuras se repiten a diferentes niveles de la jerarquía.

6) Dinamismo: Estos sistemas son dinámicos en naturaleza, lo que significa que están en constante cambio y evolución. Pueden experimentar fluctuaciones, oscilaciones o transformaciones en respuesta a estímulos externos o internos.

7) No linealidad: La relación entre las entradas y las salidas en un sistema abierto y complejo no siempre es lineal. Pequeños cambios en las condiciones iniciales o en los parámetros del sistema pueden conducir a cambios significativos o no lineales en su comportamiento o estado.

Un ejemplo de sistema en el ámbito educativo es una escuela, los elementos que lo constituyen son los estudiantes, los maestros, los materiales educativos, las instalaciones y los recursos; estos elementos interactúan entre sí para lograr el objetivo de educar a los estudiantes, además es abierto, pues existe una constante interacción con su entorno.

Cabe aclarar que los términos “entorno” y “contexto” son conceptos interrelacionados que se utilizan para comprender las relaciones y conexiones que existen en un sistema más amplio. Aunque a menudo se utilizan como sinónimos, hay matices que diferencian estos términos: el entorno se refiere a todo lo que rodea al sistema y que puede influir en él, mientras que el contexto se refiere a las circunstancias específicas en las que se desarrolla el sistema. El entorno podría ser el barrio o la comunidad donde se encuentra la escuela, mientras que el contexto sería el nivel socioeconómico de los estudiantes o las políticas educativas que aplica el gobierno de turno.

¿Qué es el enfoque sistémico?

Este enfoque considera que un sistema es más que la suma de sus partes individuales; se centra en las interconexiones y relaciones entre sus elementos constituyentes. Aplicado a la educación, implica ver la institución educativa como un sistema complejo en el cual los diferentes elementos y componentes están conectados e interactúan entre sí con el entorno y un contexto. Este enfoque brinda una visión más holística, que permite comprender cómo los diferentes factores, tanto internos como externos, influyen en el proceso educativo.

Enfoque sistémico educación
Un sistema educativo con sus respectivos elementos

Un ejemplo donde el enfoque sistémico es altamente recomendable es en el diseño e implementación de políticas educativas a nivel nacional o regional. Considera un gobierno que quiere mejorar el rendimiento académico en las escuelas de una determinada región. En lugar de simplemente enfocarse en aspectos individuales como la calidad de los maestros o los recursos disponibles, un enfoque sistémico consideraría todos los elementos interrelacionados que afectan la educación en esa región. Esto incluiría factores como el currículo escolar, la infraestructura educativa, el acceso a recursos educativos, el apoyo a los maestros, la participación de los padres, la situación socioeconómica de los estudiantes, entre otros. Al aplicar un enfoque sistémico, el gobierno podría analizar cómo estos diferentes elementos interactúan entre sí y cómo cada uno contribuye al rendimiento académico. Luego, podrían desarrollar políticas integrales que aborden múltiples aspectos del sistema educativo al mismo tiempo. Por ejemplo, podrían invertir en capacitación para maestros, actualizar el currículo escolar para que sea más relevante, mejorar las instalaciones físicas de las escuelas y establecer programas de apoyo para familias con dificultades económicas. Ahora bien ¿Se realizó este proceso en los programas implementados en varios países de inclusión de tecnologías en el aula? ¿Cuáles fueron los resultados (si es que se conocen)?

Al abordar el sistema educativo de manera holística, es más probable que las políticas sean efectivas y sostenibles a largo plazo, ya que tienen en cuenta las complejas interacciones entre los diferentes componentes del sistema educativo. Esto puede conducir a mejoras significativas en el rendimiento académico y en la calidad general de la educación en la región.

Una de las razones fundamentales para adoptar un enfoque sistémico es la comprensión de las interconexiones entre diferentes aspectos del proceso educativo que se lo analiza como sistema. Desde la interacción docente-estudiante hasta la relación entre el currículo y las evaluaciones, todas estas partes forman un tejido interdependiente que afecta directamente la educación.

Aplicaciones del enfoque sistémico en el ámbito educativo

El enfoque sistémico tiene una serie de potenciales implementaciones en el ámbito educativo, entre los que se destacan las siguientes:

  • Diseño curricular integrado: desarrollar planes de estudio que integren de manera efectiva diversas disciplinas y habilidades. Un ejemplo sería crear un currículo que conecte la literatura con las ciencias, fomentando una comprensión holística del conocimiento.
  • Gestión de recursos eficiente: asignar recursos de manera eficiente al identificar áreas críticas que requieren mayor atención y apoyo. Un caso sería utilizar datos sistémicos para dirigir inversiones en tecnología educativa hacia áreas con mayores necesidades.
  • Colaboración interdisciplinaria: fomentar la colaboración entre diferentes disciplinas y áreas del conocimiento para abordar desafíos educativos. Esta situación se presenta al formar equipos de trabajo que incluyan docentes de ciencias y humanidades para desarrollar proyectos educativos integrados.
  • Evaluación y mejora continua: implementar sistemas de evaluación y retroalimentación constante para ajustar estrategias pedagógicas. Un ejemplo es el siguiente: Realizar evaluaciones periódicas para analizar el impacto de nuevas metodologías de enseñanza y realizar ajustes según sea necesario.
  • Adaptación a cambios socioeconómicos: ajustar el sistema educativo para responder a cambios en la sociedad y en el mercado laboral. Un caso es modificar el plan de estudios para incluir habilidades digitales relevantes en respuesta a la evolución tecnológica.
  • Inclusión y diversidad: desarrollar políticas y prácticas inclusivas que consideren la diversidad cultural, lingüística y de habilidades en el aula. Esta situación se da al implementar estrategias pedagógicas que atiendan a las necesidades individuales de los estudiantes con diferentes estilos de aprendizaje.
  • Desarrollo profesional docente: ofrecer programas de desarrollo profesional continuo que aborden las necesidades cambiantes del entorno educativo. Un ejemplo se presenta al proporcionar talleres de formación que integren enfoques pedagógicos innovadores y habilidades digitales para docentes.
  • Planificación estratégica a largo plazo: Desarrollar políticas educativas que consideren las tendencias demográficas y tecnológicas a largo plazo. Se sa en la situación de establecer metas educativas a largo plazo que aborden la preparación de los estudiantes para futuros desafíos.
  • Gestión de crisis y contingencias: implementar planes de contingencia que aborden posibles interrupciones en el aprendizaje, como situaciones de emergencia. Un ejemplo es el siguiente: Desarrollar protocolos para la enseñanza a distancia en casos de cierre de escuelas debido a emergencias.
  • Fomento de la innovación educativa: crear un ambiente propicio para la innovación al considerar cómo nuevas prácticas y tecnologías interactúan con el sistema educativo existente. Se presenta en el caso de integrar herramientas digitales en el aula para mejorar la experiencia de aprendizaje, considerando la capacitación docente y las necesidades de los estudiantes.

Adoptar un enfoque sistémico en educación brinda una variedad de beneficios que fortalecen la capacidad del sistema para abordar desafíos, adaptarse a cambios y mejorar continuamente.

Conclusión

En un mundo educativo que enfrenta desafíos cada vez más complejos, el enfoque sistémico emerge como una herramienta esencial. Al adoptar esta perspectiva holística, podemos transformar la manera en que concebimos la educación, identificamos problemas, diseñamos soluciones con un monitoreo permantente y trabajamos juntos para lograr mejoras sostenibles. La importancia del enfoque sistémico en el ámbito educativo radica en su capacidad para crear sistemas educativos más efectivos, adaptables y centrados en el aprendizaje a lo largo de la vida.

Esta perspectiva es una herramienta valiosa que puede contribuir a mejorar la educación, al proporcionar una visión más integrada, permitiendo comprender mejor cómo los diferentes factores, tanto internos como externos, influyen en el proceso educativo. Esto puede contribuir a tomar decisiones más informadas, a favorecer la innovación educativa y a mejorar los resultados educativos.

El enfoque sistémico también puede ser utilizado para desarrollar nuevas soluciones. Por ejemplo, el enfoque sistémico podría ayudar a diseñar programas educativos que sean más efectivos para satisfacer las necesidades de los estudiantes. También podría ayudar a desarrollar herramientas y recursos educativos que sean más accesibles y útiles para los estudiantes y los educadores.

En conclusión, el enfoque sistémico es una perspectiva valiosa que puede ayudar a mejorar la educación. Al comprender la educación como un sistema complejo, los educadores pueden desarrollar soluciones más efectivas para los problemas educativos y mejorar la calidad de la educación para todos los estudiantes.

Por Luis R. Lara

Profesor e investigador sobre tecnología educativa. Coordinador de contenidos y de cursos de EduCOM

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